la belleza/ bloc de notas 3

el arte según Croce

EL ARTE SEGÚN CROCE

 

Para el que lleva a cabo una producción artística siempre ha sido muy complicado establecer un marco teórico que soporte su realización. Esta práctica tiene mucho de experimentación, de prueba error, de descubrimientos inesperados que modifican los puntos de partida y planteamientos a priori, de factores inconmensurables que determinan el camino a seguir. En realidad, la obra de un artista suele convivir con la contradicción.

Una de las grandes preguntas que se ha ido haciendo la humanidad a lo largo del tiempo es sobre la naturaleza del Arte y la definición de la Belleza. Es una de las interrogantes que conforman el grueso del pensamiento, habiendo llegado a concretarse en un campo de estudio especializado dentro de la filosofía, la Estética.

En este BLOC DE NOTAS sobre mi actual trabajo acerca de la Belleza, me gustaría comentar algunas de las teorías que me parecen interesantes sobre la idea de arte en distintos momentos de la historia. En esta ocasión quiero hacer referencia al planteamiento estético del italiano Benedetto Croce, que forma parte de su Filosofía del Espíritu. Me interesa mucho la visión de este pensador ya que he podido reconocer en ella ciertos puntos de conexión con una serie de conclusiones a las que he llegado tras un tiempo de investigación artística, siempre desde la práctica.

Mi relación con el arte ha tenido un sentido finalista muy acusado. Casi desde el primer momento -y para compensar mi precaria formación académica- el arte fue el vehículo que me permitió tener un acceso al conocimiento de la realidad. Con el tiempo, me pareció muy apropiado denominar a esto pensamiento artístico: “una mezcla de herramientas conceptuales y técnico-formales articuladas a través de la experimentación y la reflexión. Un pensamiento ajeno al método científico o filosófico, así como a los mecanismos de aproximación al conocimiento desde un punto de vista místico, religioso o meditativo. Un análisis de la realidad a través del objeto artístico y sus procesos de configuración”.

Al leer con cierto detenimiento el trabajo de Benedetto Croce –“Pescasseroli, 1866- Nápoles, 1952. Filósofo, crítico e historiador italiano. Aunque sus comienzos como intelectual tuvieron lugar dentro de la escuela positivista, supo pasar muy pronto de la crónica erudita a la historia de la cultura, del pensamiento y del arte. Las dudas sobre el método obligaron al historiador a convertirse en filósofo y a definir el concepto de historia y sus relaciones con el arte, que formularía finalmente en Estética (1902).(En Croce, Benedetto. Aportaciones a la crítica de mí mismo, 2000. Ed. Pre-Textos)”-, he identificado ciertas cuestiones que me parecen muy interesantes. Pienso, atreviéndome a errar, que su posición puede tener un gran valor en nuestro mundo contemporáneo. Sus ideas, aunque reconocidas e importantes para definir la “modernidad” fueron enterradas por la preeminencia del pensamiento marxista del siglo XX (llegando a ser calificado de esta manera: “Filósofo italiano, ideólogo de la burguesía imperialista. Desde fines del siglo XIX, Croce había emprendido la “crítica” del marxismo. Plejanov calificaba a Croce de adversario resuelto del método dialéctico y del materialismo. Para el idealista absoluto que era Croce, nada existía fuera del espíritu. La historia es el desenvolvimiento del espíritu. Lo que distingue la filosofía de Croce de la de Hegel es la influencia profunda de Kant y la eliminación del núcleo racional que contiene el método dialéctico hegeliano. Croce considera a la economía como un grado del desarrollo del espíritu. Croce niega categóricamente la posibilidad de una ciencia económica y rechaza las leyes económicas objetivas. Su teoría económica que nada tiene que ver con la ciencia, es una apología de la explotación capitalista y de la anarquía de la producción. En su ética, trata de encubrir las bases sociales de la moral y su carácter de clase. Esforzándose por esfumar el carácter antagónico irreductible de la sociedad capitalista, opone a la lucha de clases el “principio ético” de la sumisión del individuo a lo “general”, vale decir, al régimen de explotación dominante. La estética de Croce, fundada en principios puramente idealistas, ejerció una gran influencia sobre la teoría burguesa contemporánea del arte. A pesar de su “oposición” al fascismo, su filosofía representaba una de las fuentes inmediatas de la ideología del fascismo italiano. La larga carrera filosófica de Croce refleja la evolución de la ideología burguesa: se inició como ideólogo del liberalismo, lanzó llamados en favor del renacimiento de la cultura nacional italiana y defendió las libertades democráticas burguesas, pero terminó como enemigo de esas libertades. Los trabajos de Antonio Gramsci, fundador del Partido Comunista Italiano, contienen una crítica profunda de la filosofía de Croce, cuyo papel reaccionario denunció.” -Diccionario Filosófico Abreviado,1959. Edición en español del Diccionario Filosófico Soviético, 1939-). Hoy en día, ya casi superada la visión cientifista del arte –o al menos en eso andan nuevas generaciones de estudiosos-, podemos ver con interés renovado el planteamiento croceniano.

Algo que también me resulta valioso de sus escritos es que, ante el intricado, complejo y casi inexpugnable lenguaje empleado en las configuraciones estéticas desarrolladas por la mayoría de los pensadores del siglo XX, Croce nos acerca a su sistema de una manera razonablemente accesible para el lego. Uno de los grandes problemas de las teorías de la Estética es que, como también sucede con la física contemporánea, se ha vuelto incomprensible para la generalidad, formando parte de un mundo ultraespecializado. A diferencia de la Física que tiene un apartado de investigación con grandes resultados en el ámbito tecnológico, el estudio del arte plantea una gran contradicción entre la teoría –exclusivo de los pensadores- y la práctica, que forma parte del universo popular. Esta es una de las razones por las que el público ha ido teniendo un distanciamiento cada vez mayor a las manifestaciones contemporáneas del arte.

Me gustaría ahora reseñar algunas de las líneas principales de la estética de Croce:

En su planteamiento -y me parece clave para entender la naturaleza del arte- es muy importante la diferenciación entre lo particular-individual y lo general, así como la actividad de la pasividad, siendo fundamental en esta relación la acción, dado que con la forma teórica el hombre comprende las cosas y con la práctica puede cambiarlas. Asimila el lenguaje con la expresión artística, siendo este -el lenguaje- la primera manifestación espiritual.

Algo esencial en el pensamiento del italiano, es como identifica la actividad del espíritu: en primer lugar, produce imágenes y en una segunda fase las relaciona creando conceptos. La producción de imágenes es intuitiva y la manifestación de estas imágenes, acción -y siempre desde una visión individual-, podemos denominarla expresión. Se puede decir que el arte es una producción individual como forma intuitiva, y será expresión cognitiva sin intelección lógica plasmada mediante la acción de una sensación intuitiva.

Para Croce, la actividad teórica del espíritu se define en tres formas, la primera es individual, estética; la segunda general, conceptual y la tercera práctica, económica, es decir, para él la producción de imágenes es un acto intuitivo que tiene como objeto una obra de arte, y la producción de conceptos es un acto intelectivo que tiene como resultado una obra de ciencia y algo también fundamental, mientras que la producción de obras de ciencia depende de la producción de obras de arte –de la producción intuitiva-, la producción de obras de arte no necesita de las obras de la ciencia.

En cuanto al valor objetivo de la Belleza, si por el contrario hemos establecido un valor subjetivo –individual-, Croce lo resuelve de la siguiente manera: “La solución justa consiste en rechazar sea el relativismo o psicologismo, sea el falso objetivismo, y un reconocimiento de la existencia de un criterio objetivo del gusto, pero que este es subjetivo: que la verdadera objetividad es la subjetividad. El valor es actividad y la belleza la actividad de la expresión. Nosotros reconocemos como bello cualquier acto de actividad expresiva y como feo todo hecho en cuyo seno exista una lucha irresuelta e incompuesta entre actividad y pasividad”.

Otro aspecto interesante y que pone a Croce en un contexto contemporáneo es su afirmación de que “el arte es uno y no hay una división en artes”. Se le acusó en su momento de no valorar el acabado de la obra, la técnica como definición artística. Ponía como ejemplo como malas decisiones técnicas a la hora de realizar una obra pictórica, no invalidaban su valor artístico, por ejemplo, La Santa Cena de Leonardo da Vinci. Planteó, y fue un motivo de discusión, la eliminación de categorías artísticas. Hoy en día se entiende muy bien esta reflexión, podríamos llamar de interrelación artística, en la que el resultado depende más de una “poética” que de un género o especialidad, una expresión que puede ser codificada por varias técnicas articuladas que supera a un procedimiento, definiendo un diferenciado resultado último. Este planteamiento es el que reconozco como hecho artístico.

 

Tras este pequeño –limitado y poco articulado- repaso a la teoría estética de Benedetto Croce, podríamos llegar a las siguientes conclusiones acerca de la naturaleza del Arte y la Belleza

/ El arte es una actividad espiritual del individuo.

/ Este surge de lo que podríamos llamar pensamiento intuitivo.

/ Para que haya arte es necesaria la acción, es decir, no vale con pensar el arte -pensar por ejemplo un cuadro- sino que es necesario realizarlo. Se necesita de un objeto artístico (podríamos definir el objeto artístico no solo como un elemento físico, también podríamos entenderlo como un hecho, un sucedido, que sería un objeto efímero).

/ El arte como actividad humana se diferencia con claridad de otras actividades como la ciencia y la economía.

/ Solo hay un arte aunque hay muchas estrategias para expresarlo.

/ A través del análisis de los objetos artísticos se puede elaborar una teoría, quedando bien claro el límite entre práctica artística y la ciencia teórica.

/ El arte existe una vez realizado el objeto artístico, independientemente del receptor, aunque para la elaboración de un concepto si sería necesario este receptor.

/ La belleza -o lo que es arte o no- no depende de una correcta ejecución técnico-material, sino de una correcta resolución entre pensamiento y objeto.

/ Potencialmente todo ser humano podría ser un artista -como también un filósofo- pero no todos querrán o llegarán a serlo y la correcta resolución entre pensamiento y objeto, será más interesante y/o influyente en los objetos realizados por unos que en los realizados por otros.

 

Croce también dijo que si tuviéramos la posibilidad de entender absolutamente la realidad, no existiría el arte. En definitiva, creo que el arte es una manera singular de interpretar y estar en el mundo.


Foto de Benedetto Croce por el prof. Arnaldo Polacco