la belleza/ bloc de notas 4

flores. la sensualidad de la geometría

FLORES. LA SENSUALIDAD DE LA GEOMETRÓA




Con estas notas quisiera poner en orden ciertas ideas y motivaciones por las que, dentro de este ciclo de trabajo dedicado a la Belleza, he comenzado a realizar una serie de obras dedicada a las flores.

No puedo afirmar que esta, la decisión de realizar estas obras, haya sido una decisión consciente, sino más bien, pienso que tomé esa vereda con la inercia del paseante distraído, siguiendo la curva de nivel más favorable en ese momento.

Tras una serie de muy intensos proyectos alrededor de los conflictos Apolíneo/Dionisiacos, la paralización personal que me produjeron los estados de excepción y confinamientos obligatorios sufridos en la reciente pandemia, además de cierto desnortamiento vital, hicieron que necesitara trabajar sobre algo que resultara “intranscendente”. Sin darme cuenta, a lo largo de un periodo de tiempo había recopilado una colección de imágenes de flores que iban apareciendo aquí y allá, llegando esto a generarme un interés por realizar una serie de dibujos, pequeñas pinturas y experimentos fotográficos. Pero como siempre, lo que parecen decisiones inconscientes en realidad forman parte de un “programa” general, dentro del esquema de coordenadas en el que uno se mueve.

Cuando ideé realizar unas jornadas dedicadas a la Belleza, para diseñar su imagen me pareció que estaría bien recurrir a algún elemento simbólico. Como es normal (pienso), se me vino a la cabeza el maravilloso cuadro de Sandro Botticelli “El nacimiento de Venus” (1485), en el que Afrodita/Venus, tras haber emergido de la espuma marina, es empujada por el viento soplado por Céfiro, que la dirige a la isla de Citera.



En el cuadro -una “Venus púdica” en el centro sobre una concha, con Céfiro, dios del viento, y Clotis, diosa de las flores, a nuestra izquierda sobre el mar, y a la derecha una de las Horas esperándola en tierra- Afrodita es acompañada por una lluvia de bellas rosas de un delicado rosa pálido. Como saben, Venus surge de la informe y caótica espuma de mar -nacida de la espuma creada por los genitales de Urano que les fueron arrancados por su hijo Saturno y arrojados al mar- para con ello crear la “Forma”. La belleza de la forma frente al magma primigenio. Venus también representa al amor, el amor físico nacido de la atracción y el deseo. Una belleza carnal, lo que hace que se identifique a esta diosa también con la fertilidad –podría decirse que es la concreción del Océano, según María Daraki, “Gran Nutricio, el gran Fecundador, su corriente es, a la vez, impulso sexual y río de abundancia. Establece un vínculo inmediato entre fecundación y fructificación.”-

Debido a su origen, a esta diosa se la ha relacionado con el mar y con algunas de sus criaturas: delfines, ostras (y sus perlas), aunque también con pequeños animales terrestres como las palomas y los gorriones (según Robert Graves por su lascivia). Además se le asocia con dos plantas muy importantes en la tradición simbólica: el rosal y el mirto. Una de las explicaciones más extendidas en la literatura mitológica es que donde Venus pisó tierra por primera vez creció un rosal y que para exhibir su poder de atracción, la diosa hizo florecer una espectacular rosa que inundó con su fragancia el lugar. En cuanto al mirto, arbusto muy utilizado en el mundo mediterráneo en relación con la muerte y el amor, se dice que fue la planta con la que las Estaciones, hijas de Temis, la vistieron y engalanaron en Pafos. Una rama de mirto portaba la diosa como diadema debido al poder de esta para atraer y mantener el amor.

-Rosal (Rosa spp). Plantas arbustivas y leñosas, normalmente de hoja caduca, aunque las hay de hoja perenne, su tallo es circular, verde y con abundancia de espinas cuando son jóvenes y marrones y con pocas o ninguna espina cuando son ramas viejas. Sus hojas son compuestas por un número impar de foliolos anchos y dentados. Al brotar tienen coloraciones moradas o rojizas que poco a poco se tornan verdes y con brillo.

Su floración se produce en primavera, aunque hay variedades cultivadas que poseen flores durante todo el año. El fruto, una vez la flor ha sido fecundada, de color rojizo posee en su interior multitud de semillas en una estructura llamada cinorrodón.

Se pueden encontrar desde plantas enanas o miniaturas hasta plantas gigantescas como las trepadoras, alcanzando alturas de hasta 10 metros. Aunque lo normal es que alcancen una altura aproximada de 1 metro. –Manual de botánica-



-Mirto o arrayán (Myrtus communis) es un arbusto nativo del sudeste de Europa, creciendo en suelos arenosos y próximos al mar. Es un arbusto siempreverde y aromático de hasta unos 4 m de altura y follaje compacto. Las hojas son lanceoladas, opuestas, y bastante duras, de color verde oscuro por el haz y más claro por el envés, con glándulas oleíferas transparentes.

Florece en primavera y el fruto es una baya comestible redondeada de 1 a 1.5 cm de diámetro, de color azul oscuro metálico al madurar. Tiene muchas semillas, que son dispersadas por lo pájaros que se alimentan de ellos. –Manual de botánica-




Tanto la rosa como el mirto poseen una gran variedad de características que afectan a los sentidos, destacando su perfumado olor, lo que les han hecho secularmente fundamentales para la elaboración de fragancias y ungüentos. También, sobre todo en el caso de la rosa, posee una poderosa imagen de color y factura de agradable tacto, que la han hecho imprescindible en la ornamentación y fundamental en la muestra de afecto y amor, especialmente en las relaciones románticas.

Estos importantes atributos son suficientes para hacer de estas plantas poderosos símbolos perdurables a lo largo del tiempo. Pero hay otra característica que poseen las flores del rosal y del mirto que es un factor primordial para definir una forma simbólica, y es su relación con la geometría. Las dos son flores de cinco pétalos (una corola dialipeptala –de pétalo libre- y rosácea –con uñas muy cortas y limbo bien desarrollado-). Esto es muy evidente en la flor del mirto -el arbusto mediterraneo, no el árbol americano en el que florecen unas muy parecidas, pero de cuatro pétalos-, pequeña flor blanca de largos abundantes estambres que se alzan sobre los 5 pétalos extendidos. En la rosa es menos evidente, pero si tenemos en cuenta que la rosa silvestre -las rosas generalmente son de “creación”- es una flor que se abre en 5 pétalos y con multitud de estambres, podemos deducir que la evolución de la rosa ha sido una superposición hacia dentro y en espiral de esta estructura de 5 en la que los estambre han ido desapareciendo sustituidos por fragantes y aterciopelados pétalos. Podemos representarla gráficamente con esta figura

 


Todos sabemos de la importancia de la geometría en la naturaleza. Su importancia en el crecimiento tanto orgánico como mineralógico.

Los minerales cristalizan de una forma determinada, es decir, que cuando las condiciones son favorables, cada elemento químico contenido en un fluido tiende a cristalizar en una forma característica. Por ejemplo, la sal normalmente suele formar cristales cúbicos, mientras que el granate suele aparecer con más frecuencia en forma de cristales dodecaedros, 12 caras, o cuerpos de 24 caras, y a veces también puede aparecer en forma de cristales cúbicos. En la mayoría de casos, los minerales, a pesar de sus diferentes formas de cristalización, cristalizan siempre con una misma clase y sistema. Teóricamente se pueden encontrar treinta y dos clases diferentes de estructuras cristalinas, pero en la realidad sólo alrededor de 12 estructuras son las que se encuentran comúnmente. Las treinta y dos clases se agrupan en seis sistemas cristalinos, caracterizados por la longitud y posición de sus ejes. Los minerales que comparten un mismo sistema comparten muchas características similares de simetría y forma cristalina, así como muchas otras propiedades importantes. La cristaloquímica estudia la relación entre la composición química, la disposición de los átomos y los enlaces entre éstos que determinarán la fuerza con la que están unidos. Esta relación determina las propiedades físicas y químicas de los minerales. –Manual de cristalografía-


Filotaxis, del griego filo («hoja») y taxis («orden»). Es la disposición de las hojas sobre el tallo y, por extensión, la de cualquier otro elemento vegetal y está íntimamente ligada a la estructura primaria del tallo. Los distintos tipos de filotaxis pueden clasificarse atendiendo a dos criterios: el número de elementos insertados en un nudo, es decir, en el mismo lugar del tallo, y el ángulo que subtienden dos elementos sucesivos. Ello permite definir varios tipos de filotaxis, como alterna, espiral, opuesta, combinada o verticilada, generando variadas formas geométricas con singulares propiedades. –Manual de botánica-

 

La conciencia de esta geometría implícita y espontánea suscitó el interés por el análisis de estas relaciones numéricas, generando una serie de herramientas matemáticas fundamentales para el estudio de la realidad y también todo un aparato de conocimiento gnóstico de una realidad no tan conmensurable: la geometría sagrada. Por ejemplo, la “roseta” y la “flor de la vida” han sido muy importantes en la representación sensible y en los códigos de la cosmovisión espiritualista a lo largo de la historia. Una de las “sociedades de geómetras” más importantes fue la Escuela pitagórica (mediados del siglo VI a.C.) que se apoyaba en los estudios geométricos del famoso matemático.


Hay una relación numérica fundamental para entender este mundo de iniciados, la Sección aúrea -y su simplificación en la serie de Fibonacci-. La Divina proporción es fundamental para entender una figura tan poderosa y mágica como es el pentágono. El Número de oro –otra de sus denominaciones- es la división de un segmento en media y extrema razón, lo que quiere decir que existe una relación proporcional entre la parte mayor -de la división de un segmento en dos partes desiguales- y la menor, con la que tiene la parte mayor con el segmento original. Se expresa algebraicamente con la siguiente ecuación de segundo grado: A/B=(A+B)/A 

El pentágono es una figura geométrica formada por cinco lados, además tiene cinco vértices y cinco ángulos internos. Existen dos tipos de pentágonos, los regulares: todos sus lados son iguales y todos sus ángulos internos mide 108º sumando entre ellos 540º. Las dos diagonales (muy importantes para lo que estamos viendo) que salen de cada ángulo interno lo dividen en tres partes iguales de 36º. Y los irregulares, en los que sus lados, y por tanto sus ángulos, son diferentes. Trazando las diagonales de un pentágono regular inscribimos en este una estrella de cinco puntas denominada pentagrama, pentáculo, pentalfa o estrella pitagórica. El cruce de dos de sus diagonales genera la división de estas en una divina proporción. Esta, junto a una serie de relaciones aúricas, es una de las características fundamentales de esta figura.  


Julio Juste escribió un magnífico articulo para el número 3 de Inediciones sobre la construcción de un pentágono. Nos hablaba de que los procedimientos académicos para la representación gráfica de un pentágono regular en función del conocimiento del radio de una circunferencia –es decir, un polígono inscrito en una circunferencia- habían adquirido una legitimidad intelectual que se le negaba a otros métodos que por su eficacia de trazo y su exactitud podrían haberse impuesto. Él nos plantea esta como una operación que hace que el control de la geometría pasara en un momento dado de los filósofos y artistas a los científicos. Sacarlo del pensamiento especulativo para dotarlo de criterios de objetividad. Un control empírico-positivista.

Construcción académica de un pentágono inscrito conociendo radio de la circunferencia, hallando punto M

Construcción de un pentágono conociendo lado. Una construcción esencialmente gráfica,

 

Hago referencia a todas estas interpretaciones y “polémicas” para resaltar la importancia simbólica de esta figura, que tiene muy poca presencia en nuestro creado mundo físico, dominado por triángulos, cuadrados y hexágonos -mucho más eficaces y rentables en el espacio- dejándole al pentágono un aura “mágica” y transcendente. Me pareció muy apropiado realizar una “imagen” de la Belleza teniendo como herramienta la estructura oculta en estas delicadas y pentagonales creaciones de la naturaleza.




Para terminar y como recapitulación, decir que me parece que las flores por sus cualidades sensuales, por las especiales característica formales, por su función vital, su capacidad de transformación y sobre todo por su fugacidad, es decir por su capacidad de seducción, representan lo mejor de la vida, del deseo y del amor, y son un símbolo de nuestra necesidad de rodearnos de belleza.