no-lugar

2005

“GLAUCON: -Ya entiendo; quieres decir que sólo ha de ser en la ciudad que veníamos fundando, la cual no existe más que en nuestros razonamientos, pues no creo se dé en lugar alguno de la tierra.

SÓCRATES: -Pero quizá haya en el cielo un modelo de ella para el que quiera mirarlo y fundar conforme a él su ciudad interior. No importa nada que exista en algún sitio, o que haya de existir; solo en esa ciudad actuaría y en ninguna más.

JAIMEG: -¿Modelos? no sé. Observaré.”

NO-LUGAR tuvo como objeto reflexionar sobre la utopía. Una serie de obras cuya referencia es el cielo lo concretaron. La sombra de Platón cae sobre ellas.

Conversación con José Vallejo para la publicación de “Postlogos, Reflexiones sobre la apreciación del arte en la actualidad”, 2012.

JOSÉ VALLEJO

Hoy hablaremos de “No-Lugar”, proyecto realizado para una exposición, en la que yo participé con otro relacionado con la música. En mi caso, por encargo del Instituto de América de Santa Fe para conmemorar el V centenario de “El Quijote”. Para ti, como para el resto de artistas invitados a esa exposición, también se trataba de un pedido, pero tú ya venías trabajando en “No-lugar” desde antes, ¿es así?

JAIME GARCÍA

En efecto. Surgió tiempo atrás y conoció dos fases diferenciadas en su desarrollo. Empezó a raíz de mi interés por la utopía como estrategia de definición de modelos sociales que plantearan un cambio positivo de las acciones civilizadoras, bajo principios intelectuales derivados de alguna ideología. Durante algún tiempo estuve reflexionando sobre lo positivo o negativo de este tipo de pensamiento, sobre si son aceptables o no sus estrategias, sobre cómo se produce una contradicción en numerosos planteamientos utópicos en los que se crean infiernos so pretexto de alcanzar sociedades ideales. Estas reflexiones supusieron un punto de inflexión en mi modo de ver el mundo y en la aspiración, legítima, de pensar que es susceptible de mejora; una crisis en mi modo de entender ciertos planteamientos naif o inconscientes del pensamiento político que, con excusa de alcanzar un ideal, originan una deriva incierta. Estas son las premisas que lo originaron, al principio sin una formalidad clara. Una de las vías que después se concretaría fue la de identificar espacios no referenciales, difíciles de ubicar. Decidí fotografiar el cielo a diario, durante un año completo, en cualquier lugar donde estuviera. Durante este periodo iría concluyendo la formalidad de la obra que, al final, encajó adecuadamente en la exposición propuesta y que, como decías, se estructuró en torno a “El Quijote”.

J.V.

Se compone de tres piezas: las 365 fotografías, una caja de luz que podemos entender como la apropiación de esos cielos, y una creación visual. Durante el año de realización de las fotos estuviste viajando bastante, por lo que el cielo a menudo no tenía las mismas referencias geográficas. Muchos artistas conceptuales han realizado ejercicios similares, pero casi siempre fotografiando el mismo lugar en el mismo momento del día…

J.G.

…me atraía, específicamente, el cambio de referencias y su dificultad de identificación. La observación científica del cielo diurno nos permitiría identificar el lugar donde nos encontramos, pero lo que me cautivaba era que, en un continuo de imágenes, se creara un agujero en el espacio: un no-espacio.

J.V.

¿Por qué referencias las utopías en “No-lugar”?

J.G.

Es una cuestión etimológica. Según Lewis Munford, Tomás Moro como gran experto en juegos de palabras, llama Utopía a su ciudad por ubicarse entre eutopía y outopía: entre ningún lugar y el buen lugar. Es decir, un lugar que no existe y que aspira a ser el buen lugar. “No-lugar” es una traducción sintética al español que me interesaba mucho. Era crucial para mí distanciarme del sentido popular de la palabra utopía, un idealismo de aspiración a un bien general. En “La República” de Platón se define la ciudad ideal como aquella que se encuentra, literalmente, en las nubes. Esto, como imagen poética, me pareció sugerente para el progreso de la producción. “La República” es la herramienta con la que se construye toda la tradición occidental de literatura y pensamiento utópicos. En un diálogo entre Sócrates y Glaucón, este comenta que entiende que la ciudad de la que hablan se encuentra solo en sus razonamientos, pero no en ningún lugar de la tierra, a lo que Sócrates responde que quizás haya en el cielo algún modelo en el que poder mirarse para así fundar su ciudad interior. Ese idealismo es la referencia para la concepción de la utopía. Idealismo, por cierto, central en gran parte del pensamiento occidental y marco de numerosas estructuras políticas y sociales.

J.V.

Hablemos de otra de las piezas que conforman este encargo, la caja luminosa. La utopía se ha construido con frecuencia a través de elementos urbanísticos y ha sido definida en la ciudad. La caja luminosa, en el fondo, es una construcción que abarca el cielo. ¿Por qué quisiste crear un espacio cerrado que contuviera el cielo?

J.G.

Era básico concretar ese no-lugar. Este trabajo, más que una construcción -lo podemos observar en el visual, del que ahora si quieres hablamos- es un marco trazado en un espacio concreto para poder observar un lugar inconcreto…

J.V.

…una acotación. Hablemos del visual, que entonces, sí podemos entender como una construcción. A las dos dimensiones de la propia grabación, a las que se les añaden las dos dimensiones del espejo, sin embargo, les incluyes una estructura geométrica que las acota de tal forma que vemos en primer plano y su reflejo: un juego con las dimensiones generador de una tercera. Esa cualidad me recuerda a la Jerusalén Celeste del “Apocalipsis”, ciudad ideal tan larga como ancha como alta; es decir su forma no era esférica, sino un cubo como el que delimita tu cielo…

J.G.

Este visual es la grabación de un habitáculo construido según un modelo definido que, situado en un lugar preciso, y una vez dentro de él, nos hace perder las referencias espaciales. También podríamos tomar como referencia el mito ilustrado de la cabaña primitiva donde se encuentra la esencia de la arquitectura. Es una construcción esencial e ideal.

J.V.

Hasta ahora hemos hablado de una referencia utópica sobre la ciudad, el urbanismo, de importancia clave como plasmación física de esa proyección que es la utopía. Comentaste que esa proyección puede ser negativa. Esto nos remite a un aspecto social. Al relacionar la obra con “El Quijote” la supongo afín a la ínsula de Barataria, con el gobierno de Sancho, donde lo importante es “el buen gobierno”. Háblanos sobre ese aspecto social que transciende el hecho físico de la ciudad como máquina.

J.G.

La utopía se puede entender como un ideal, es decir, como algo no realizado, y tener un sentido de aspiración ya concretada en una serie de ideologías que han permitido la práctica social de esos modelos. Pero yo entiendo que la utopía se puede identificar con la aspiración a la civilización que nos lleva a ser humanos, a dar ese salto cualitativo que nos diferencia de los animales. Esa ambición y necesidad que ha hecho a la especie humana prosperar y controlar la naturaleza…

J.V.

… crear un orden propio…

J.G.

…esa lucha contra el orden natural, que es lo que define la civilización, eso es Utopía. Vivimos en Utopía. Entonces, ¿podemos decir que la utopía es algo solamente positivo? Creo que no, si se entiende en relación al individuo. Los modelos sociales son castradores en mayor o menor medida, porque su fin es la supervivencia del grupo. Prototipos extremos son los regímenes totalitarios, que se emparentan con el modelo platónico, pero también lo podemos ver en democracias reguladoras. Podemos hablar de la ciudad no solo como marco físico, sino como suma de instituciones de control: la moral, la religión, la ley, la familia, el trabajo, la fiesta… Esto podemos decir que es Utopía.

J.V.

Interpretando que hay diversos modelos de Utopía…

J.G.

…como hay diversos modelos de pensamiento y estrategias de civilización. Unas colapsan, se estancan, y otras nos inducen a pensar que vivimos en un progreso sin fin. La verdad es que la mayoría de los modelos de Utopía son rígidos e inmovilistas, sociedades cerradas sin posibilidad de cambio, algo que se ha revelado contrario a la naturaleza humana, que implica una huida hacia adelante para no sucumbir.

J.V.

Si hoy tuvieras que reenfocar la formalidad de “No-lugar” partiendo de los mismos planteamientos conceptuales, ¿volverías a acudir al cielo?

J.G.

Mi creación se inspira en “La República”, que considero capital en el pensamiento utópico y el pensamiento occidental. Un pensamiento que, desde esta óptica se halla nítidamente definido y diferenciado de otras tradiciones de pensamiento, y que nos ha permitido alcanzar determinadas cotas de desarrollo científico-técnico gracias a que esta tradición permite una crítica constante de los modelos. Y esa es la base de su éxito respecto a otras. Esto puede ser criticable, pero no admite duda. En nuestra tradición de pensamiento el idealismo platónico ha sido una herramienta indiscutible, predominante en muchos momentos de la historia. Las referencias poéticas de “la ciudad en las nubes”, como te comenté, son primordiales en la confección de este trabajo.

J.V.

¿Querías un punto de vista universal?

J.G.

Sí, pero desde la visión del arte. Sin el cielo no hubiera planteado esta producción. Recuerdo tardes de primavera tumbado en el suelo observando pasar las nubes sin ninguna referencia concreta, dejando pasar el tiempo, con sensación de ingravidez.

J.V.

Entonces, ¿has sentido la necesidad de retomar temas que ya has investigado, pero para abordarlos con una visión totalmente diferente, es decir, la necesidad de dotar de una nueva formalidad a la obra debido a un cambio de posiciones o a un descubrimiento?

J.G.

Sí. De hecho, deriva de “Imágenes”. Se trata de una revisitación. Estimé que producía una visión parcial, y entendí preciso ampliarla. En general, es posible que algunos temas, por ser esenciales, estén en constante revisión y, como a lo largo de la vida se producen cambios que generan nuevas perspectivas, la manera de abordarlos y su concreción final será diferente. En realidad, hay pocos temas capitales de los que hablar, aunque hablemos mucho y parezca que todo es enormemente complejo. La vida es elemental y escasos los factores que la rigen. Bastantes artistas comentan que habitualmente pintan el mismo cuadro. Leyendo a los clásicos, adviertes que siempre abordan lo mismo, la necesidad de comprender la realidad y dar sentido a la vida… solo varía la forma de mirar…

J.V.

…variaciones sobre un tema.

 

Instalación

luminoso 2x2 m, papel seda

espacio pintado y enmoquetado en negro

nl 3.jpg

Vídeo-acción   

Localización de un paraje adecuado

Preparación de 2,25 m2 de terreno. Incluye desbroce y nivelación

Levantamiento de estructura ligera de 5,06 m2 de capacidad

Colocación de pavimento

Material:

12 varas de bambú de 1,75 m aprox.

Cuerda

4 piezas de espejo de 0,75 x 0,75 m


365

Foto-acción, fotografía diaria al cielo del año 2005

Fotografía química

160x350 cm


The Utopia team