El FANDANGO CLUB de Julio Juste

-Paseo por una exposición-

El Área de Cultura y Patrimonio del Ayuntamiento de Granada me pidió, con motivo del Centenario del Concurso de Cante Jondo celebrado en Granada en 1922, que comisariara una exposición sobre la obra que Julio Juste realizó en la segunda mitad de los años 80 relacionada con los tablaos del Sacromonte granadino. Para ello contamos con la colaboración del Instituto de América de Santa Fe donde la familia del pintor ha depositado su legado. La exposición tendrá lugar en el Cuarto Real de Santo Domingo entre el 26 de enero y el 6 de marzo de 2022.

He querido hacer esta entrada a mi Cuaderno para mostrar el resultado y dar la posibilidad a todas las personas interesadas por la obra de JJ y que no se puedan acercar a verla en vivo.

UN COMENTARIO

Se celebran este 2022 los 100 años de uno de los acontecimientos culturales más importantes del primer cuarto del siglo XX en España y fundamental para la modernidad granadina: el Primer Concurso de Cante Jondo, organizado por un grupo de figuras sobresalientes de nuestra cultura patria, en torno a, y aglutinados por, Manuel de Falla desde su delegación parisina de la Antequeruela.

La celebración de esta efeméride es un magnífico momento para volver a disfrutar de una colección de obras de un pintor esencial en el panorama artístico de finales del siglo XX y principios del XXI, Julio Juste, que realizó desde mediados a finales de los 80 un grupo de pinturas exuberantes, intensas, atrevidas y con un definido lenguaje figurativo de grandes hallazgos artísticos e imponente armazón intelectual. Quizá uno de los mejores ejemplos de la resucitada (dada tantas veces por muerta) pintura europea del momento.

Entre viajes y exposiciones en Nueva York, Italia o Francia, así como en sus estancias en Madrid, Barcelona o Santa Fe, Juste comienza a definir, en el contexto de una España desprejuiciada que se abre a una nueva modernidad, una visión novedosa e inteligente de lo que se suele denominar la “España de pandereta”, esa españolada llena de tópicos, lugares comunes, pintoresquismos, pero también de una poderosa carga simbólica, fundamental para entender ciertas esencias meridionales. Este ciclo de obras tiene su momento cumbre con una exposición, realizada en el 88, que podríamos calificar como “festiva”, en la que nuestro pintor realiza una crónica de las noches en los tablaos del Sacromonte a través de la mirada de una nueva fauna moderna: Fandango Club, todo un ejercicio de sincretismo cultural y artístico, en el que caben, tras crearse un espacio propicio, un variado grupo de personajes, que van de las gitanas de raza del barrio granadino, a una RockStar de Minneapolis, todas ellas criaturas de la noche.

No se podrían entender estas pinturas sin una serie de colecciones realizadas por JJ desde el 86 hasta entrada la década de los 90 y que son fundamentales para adentrarse en este entramado simbólico de la cultura popular: estudios iconográficos de Granada (uno de los temas transversales en su trabajo) en exposiciones como Mar de Lágrimas; el análisis de la formalidad y los usos de los distintivos comerciales en Las Mejores Marcas; o la cultura de la noche, sus lugares y sus rituales en sus variadas series de Cócteles, Bares y Cafés.

Zócalo cifrado, 1990-91

Técnica mixta sobre papel japonés, 49x95 cm

“Granada” y su carácter polisémico fue uno de los recursos que utilizó Juste a lo largo de su carrera para desarrollar un planteamiento poético: metafórico y simbólico.

Llorar y llorar, 1990

Técnica mixta sobre papel japonés y madera, 58x90 cm

O desgranar. El cuchillo y el fondo color capote componen una imagen icónica con un marcado sentido trágico.

As de bastos, 1987

Técnica mixta sobre cartón, 105x75 cm

Uno de los elementos gráfico/culturales utilizados por el artista en muchas ocasiones para definir ciertos estados anímicos, o arquetipos.

Tienta, 1990

Collage/mixta, 50x50 cm

Los toros. El arte de lidiar fue un objeto de estudio fundamental en el trabajo de JJ. Fue un gran experto en descifrar ciertas prácticas que llegan a generar un resultado artístico.

Las mejores marcas, 1991

Técnica mixta sobre corcho, 60x91 cm

Toros y futbol, “dos espectáculos que congregan a las masas, y que parecen inspirarse en una geometría esencial de origen secular. El futbol, o la confrontación de colores en un terreno de juego; cruce de mensajes, cuya resolución es una incógnita enmarcada en una maraña de sentimientos”. (Julio Juste)

Vanguardia Terry, 1990

Acrílico sobre papel de seda lacado, 60x60 cm

Juste fue desarrollando un estudio de carácteres de determinados círculos de personajes mediante la representación de escenarios de congregación, definidos por bebidas, copas, cigarrillos, puros o pipas.

Bourbon Caligari, 1988-91

Collage/mixta sobre madera, 38x50 cm

Se podría rastrear la vida social del artista mediante el análisis de estas composiciones.

Chicote, 1991 ca.

Collage/mixta sobre cartón, 30 cm diámetro

Una de las grandes tradiciones pictóricas, la naturaleza muerta. El bodegón como referencia tradicional y de vanguardia. Cubismo y emblemática.

As de copas, 1987

Técnica mixta sobre cartón, 74x52 cm

Otro palo de la baraja española. Está pendiente un estudio riguroso del simbolismo en la obra de Julio Juste, gran aficionado al enigma.

Granada hermética, 1990

Acrílico sobre lino y damasco, 126x125 cm

Cerramos este comentario volviendo a Granada. ¿Paraíso cerrado, o “un lenguaje codificado mediante símbolos que le permitirían al iniciado acceder a una percepción de orden suprahistórico (Julius Evola)”?

El corazón manda, 1985

Técnica mixta sobre papel, 34x22 cm

Uno de los emblemas granadinos por antonomasia y al que JJ dedicó una atención especial. Imagen que además se emparenta con la cultura popular a través de la ilustración y los tatuajes de ciertas tribus urbanas.

Granada, 1991 ca.

Técnica mixta sobre papel, 150x168 cm

Este papel, que podría formar parte de algún desarrollo gráfico para ilustrar una publicación, señala a la ciudad como un punto de referencia importante para la cultura occidental.

UNA EXPOSICIÓN

Con Fandango Club, Juste llega a adentrarse sin ningún tipo de prejuicio ni condicionante, salvo el que conlleva su posición de vanguardia, en los muy polémicos (aunque muy admirados en otras latitudes) tópicos hispanos: el Cante, el Baile, los Toros y la Juerga. No sólo no se avergüenza, como sucede en cierta corriente de la intelectualidad española (especialmente la del 98), sino que se sumerge en ese mundo “mágico” para llegar hasta las claves, y despojadas ya de todo el hollín, armar con ellas un riguroso estudio artístico que se emparenta con la mejor tradición pictórica española.

Podemos ver en esta sección los más importantes cuadros de esa muestra, donde los espacios son creados para que “sucedan cosas”. El espacio como catalizador de proezas y catástrofes en la noche, en la que los actores principales son “Los príncipes de la oscuridad”. Por otro lado, se muestran varias pinturas de otras series de ese mismo periodo como Suite Iberia o Discípulo meridional del Giotto, más en los terrenos de los ritos trascendentes como pueden ser Verónica, Capote de Valentía o Vanitas, así como los cuadros salidos de Brandy, Brindis, un verdadero estudio de sociología de la cotidianidad hispana.

Homenaje a Isabel Lanchas, 1987

Acrílico sobre tela estampada, 160x130 cm

Folclorismo. En realidad, una excusa para realizar un ejercicio de abstracción, de un material en movimiento, aprovechando los recursos gráficos que proporciona el soporte, tan característico en la técnica pictórica de Julio Juste.

Fino Juste, 1987

Técnica mixta sobre cartón, 104x74 cm

De la serie Brandy, Brindis. Aquí utiliza dos grafismos muy importantes en el diseño de una época. Como bien decía él, no tiene nada que ver con la revisión y el reconocimiento de estos iconos que se hizo años más tarde, sino que esta serie nos remite a las costumbres populares de las barras de bar.

En el centro, 1987

Técnica mixta sobre cartón, 70x100 cm

El coso y el animal mitológico. Nos revela como la tauromaquia se trata (junto a otros factores) de la posición del astado en los distintos terrenos de la arena y de la maestría del torero para dirigirlo.

En cualquier lugar, 1988

Técnica mixta sobre madera contrachapada, 77x104 cm

Esta pintura, una cueva del Sacromonte, podría ser la de Altamira, o la Cisterna de Estambul, una “teoría sobre los espacios místicos cerrados”. (José Ramón Danvila)

Tacón amargo, 1988

Acrílico sobre tela, 91x94 cm

Enigmática obra. Creo que representa muy bien este ciclo de pinturas. La relación entre “actor-espectador” en la confusa nebulosa de la noche.

Vanitas, 1988

Técnica mixta sobre tela, 65x50 cm

Andalucía occidental. Cita literal del barroco sevillano. En Juste es tan importante la actitud de vanguardia como su relación con la historia del arte.

Capote de valentía, 1989

Acrílico sobre percal, 110x220 cm

“Para el genial torero sevillano Juan Belmonte, el toreo era un ‘ejercicio espiritual, un verdadero arte’… y se vio en la necesidad de resolver la oposición temeridad/miedo. Quiso confrontar el axioma lagartijero de ‘Te pones aquí, y te quitas tú o te quita el toro’ con uno nuevo ‘Te pones aquí, y no te quitas tú ni te quita el toro si sabes torear” (Julio Juste). La trascendencia del espacio y su dominio.

Verónica, 1988

Acrílico sobre tela, 200x120 cm

Quizá este cuadro sea uno de los que mejor explica la relación de JJ con los temas populares y folclóricos. En una entrevista a Ajoblanco expresa: “Hace tiempo pinté una Verónica con un Santo Rostro sobre un capote de toreo. Con la actitud con la que pinto estos cuadros difícilmente se puede pintar un cuadro folclórico”.

*Fandango Club, 1988

Acrílico sobre tela, 170x200 cm

Zorongo Club, Chumbera Club, Fandango Club, tres de los cuadros de esta exposición que representan otros tantos espacios “ideales”, suntuosos y barrocos que sirven de escena para una tragicomedia.

Chorrohumo, 1988

Acrílico sobre tela, 200x215 cm

“La pintura de Julio no trata de gitanos. Los utiliza como metáfora de lo libre, de lo transgresor, de lo físicamente opulento, … es decir, el encumbramiento de lo pasional.” (Luis Antonio de Villena)

Fauna ibérica, 1988

Acrílico sobre tela, 200x220 cm

Una interesante visión, un resumen de la historia desde las primeras representaciones del tótem hispano, junto a objetos de bronce, cobre y reflejos dorados en un espacio mágico, mítico, en el que confluye una visión contemporánea.

Príncipes de la oscuridad, 1988

Acrílico sobre tela, 223x200 cm

Un enfoque “romántico” y la plasmación de un hermanamiento sentimental que se deriva de la consciencia de compartir ciertas claves iniciáticas. Una nueva aristocracia.

Príncipe de la revolución, 1988

Técnica mixta sobre cartón, 105x75 cm

Julio Juste dijo una vez que si tuviera que definir la década de los 80 lo haría con dos palabras: Purple Rain. Nadie mejor que este gitano negro, ambiguo y seductor para encarnar el espíritu de esa época…

Fan d’Ango, 1988

Técnica mixta sobre madera contrachapada, 97x79 cm

… y él quiso fundar su principado.

UNA TEORÍA

Para terminar, si anteriormente hemos visto una serie de reflexiones artísticas sobre lo popular y la creación, aquí podemos entender el carácter “hondo” de la visión de Julio Juste. Si la década de los 80 fue para el trabajo de JJ un derroche de color y energía, diez años después retoma el estudio de algunos de estos asuntos, (la música española –sobre todo a través de la figura de Manuel de Falla-, y la tauromaquia), desde la intensidad monocroma del negro, elaborando una teoría sobre el papel de la geometría a la hora de comprender ciertos fenómenos, que podría resumirse como: “Bajo la geometría existen siempre las más dispares cuestiones; soportando las más diversas cuestiones subyace un problema geométrico”.

Julio Juste nos lo muestra muy bien en el rotundo estudio sobre la ventana de Iñigo Jones, planteando la relación entre geometría y artisticidad; su muy original observación de la tauromaquia y el entramado geométrico que posibilita su práctica como liturgia ancestral; y el sofisticado análisis del “Duende” a partir de la geometría del gesto, todo ello en exposiciones como Raíz Cuadrada de 2 y Val de Oscuro.

Ventana de Iñigo Jones, 1996

Acrílico sobre lona, 54x38 cm

El análisis de este elemento arquitectónico fue una de las claves para JJ a la hora de establecer una nueva relación con la pintura. Comprendiendo que la intención del neopitagórico Jones no era crear un efecto plástico, sino controlar la armonía de la geometría, la intención de crear todo un “cosmos” en un hueco de ventana ornamentado.

Geometría del duende, 1997

Acrílico sobre lona, 160x70 cm 4 piezas

El “Duende” se puede esconder en un gesto, en la ausencia de un qué o un porqué. Nicolás Torices al analizar estas obras comenta sobre ellas que son “imágenes que fascinan por lo que son, no por lo que cuentan”.

Suite Iberia, 1996

Acrílico sobre lona bordada, 80 cm diámetro

Nada mejor para comprender estas relaciones formales de razones geométricas, la relación entre el todo y la parte, que la música.


Todas las obras forman parte del Legado Julio Juste, depositado en el Instituto de América de Santa Fe, excepto *Fandango Club, colección particular, Málaga.


Vista de la exposición. Cuarto Real de Santo Domingo, Granada.